ARTÍCULOS DE MANUEL SIURANA

En este blog se recogen diversos artículos que han sido publicados por Manuel Siurana.

Monday, December 24, 2012

UN CATECISMO PLÁSTICO. EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN. PARTE 6, Estudio iconológico del presbiterio. El cilindro absidial. Teólogos marianos

EL CILINDRO ABSIDIAL. TEÓLOGOS MARIANOS

Un entablamento que recorre toda la nave central del templo, prolongándose por el presbiterio, separa el ábside en dos partes. En el friso se resume la advocación del templo con un texto en latín: DOMINA NOSTRA A SACRO CORDE ORA PRO NOBIS (Nuestra Señora del Sagrado Corazón ora por nosotros) y un anagrama (un corazón ardiente y misericordioso de Cristo con las iniciales N S) envuelto en la corona de estrellas de María y sostenido por dos angelitos.

El cilindro absidial está presidido por un nicho abierto que permite observar la imagen de devoción de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, que se encuentra en el camarín accesible de la parte superior y que analizaremos en otro apartado. A los lados, distribuidos en seis compartimentos separados por pilastras, se muestran las figuras pareadas de doce destacados teólogos en cuyos escritos se encuentran palabras que en mayor o menor grado hacen alguna alusión al título de Nuestra Señora, con su nombre en la parte inferior y entre las figuras de unos angelotes. Por encima de cada par, un ángel sostiene un emblema, que analizaremos más adelante, ya que ahora nos centraremos exclusivamente en los teólogos. Sus nombres de izquierda a derecha son los siguientes: San Cirilo, San Juan Damasceno, Santo Tomás de Villanueva, San Ildefonso, Santo Tomás de Aquino, San Anselmo, San Isidoro, San Bernardo, San Efrén, San Buenaventura, San Bernardino y San Pedro Damián. En el zócalo el revestimiento es de mármol.
Cilindro absidial. Nuestra Señora y los teólogos marianos.

Nueve de los santos son doctores de la iglesia y los otros tres (Tomás de Villanueva, Ildefonso y Bernardino) no, pero a todos ellos les une el hecho de que tuvieron una gran devoción a la Virgen María a quien dedicaron parte de sus escritos. Todos fueron religiosos, nueve pertenecieron al clero regular y tres al secular, dos fueron cardenales, cuatro alcanzaron la dignidad episcopal, cinco fueron presbíteros y uno diácono. Dos pertenecieron a la iglesia oriental y el resto a la occidental. Entre las órdenes religiosas están representados tres benedictinos, dos agustinos y dos franciscanos, un dominico y un monje de la iglesia oriental. Su vida transcurrió en diversos siglos, desde el IV (San Efrén) hasta el XVI (San Tomás de Villanueva). Predominan los de origen italiano (cinco) por delante de los españoles (tres). Sus emparejamientos en la mayoría de los casos se deben a su origen geográfico y no a la cronología ni al cargo ni a la orden. En la zona central se representan las que podríamos definir como cuatro figuras más relevantes; a un lado Santo Tomás de Aquino (autor de la Summa Theológica) y San Anselmo, a quien se considera su precursor, y al otro, San Isidoro de Sevilla (autor de las Etimologías) y San Bernardo (gran reformador cisterciense).

El grupo situado más a la izquierda, siguiendo la visión del espectador lo forman Sancti CYRILIUS A (San Cirilo de Alejandría) et DAMASCENUS (San Juan Damasceno). Al primero se le representa como obispo, ya que lo fue de Alejandría, y al segundo como monje, ya que ingresó en el monasterio de San Sabas; además  aparece mostrando su mano que, tras haberla perdido en su lucha contra los iconoclastas, la recobró gracias a la intervención de la Virgen María.
San Cirilo y San Juan Damasceno.

San Cirilo de Alejandría (376-444), aclamado como doctor en 1882, es uno de los grandes padres de la Iglesia Oriental, ya que fue patriarca de la ciudad que le da sobrenombre. Su aportación fue básica para el culto mariano, ya que en el Concilio de Éfeso fue el principal defensor de la ortodoxia contra la herejía nestoriana, que negaba que la Virgen fuera Madre de Dios, oponiéndose a ella afirmando que Jesús, nacido de María, era divino, por lo que su madre era Madre de Dios, como recoge una de las primeras letanías. Así mismo pronunció una célebre homilía en la que enumeró múltiples alabanzas a la Virgen, similares o precedentes de las letanías.

San Juan Damasceno (675-749) era natural de Damasco, de donde sale su sobrenombre y fue aclamado doctor de la iglesia en 1890. Una de sus principales aportaciones fue la defensa que hizo de la veneración, que no adoración, a las imágenes contra la pretensión de los iconoclastas que veían en ello una herejía. Pero su presencia en este ábside responde a las palabras que pronunció en un sermón sobre la Natividad de la Virgen María titulado Por sus frutos los conoceréis, donde defendió la doctrina de la Inmaculada Concepción de María, que habría nacido de la castidad y de la santidad, siendo por ello Madre Inmaculada y concebida sin pecado original, como se recoge en otras las letanías.

El segundo grupo lo forman Sancti THOMAS A V (Santo Tomás de Villanueva) et ILDEPHONSUS (San Ildefonso), ambos representados como obispos, el primero por haber sido arzobispo de Valencia (de ahí las iniciales A V) y el segundo por haber sido arzobispo de Toledo. Ambos portan la capa, pero uno lleva el báculo y el otro la mitra, otros dos de los símbolos episcopales.
Santo Tomás de Villanueva y San Ildefonso.

Santo Tomás de Villanueva (1488-1555) fue teólogo agustino, profesor en las universidades de Alcalá de Henares y de Salamanca y arzobispo de Valencia. A pesar de no ser proclamado doctor de la Iglesia, es reconocido como el San Bernardo español. Se le considera un símbolo de la caridad y tuvo gran devoción e interés teológico por la Virgen María, cuyo corazón comparó con la zarza ardiente, que nunca se consume, afirmación que le sitúa con pleno derecho en este ábside donde se venera a Nuestra Señora del Sagrado Corazón.

San Ildefonso (606-669) nació en Toledo, de donde fue arzobispo, después de haber sido abad del monasterio benedictino de Agalia. Fue quien unificó la liturgia española y tuvo una devoción muy grande hacia la Virgen María, a quien compuso una oración y definió como Madre del Creador y de quien, a través de muchas obras, como el Libro de la perpetua virginidad de San María, defendió su Inmaculada Concepción. La Virgen le correspondió con muchos favores, siendo el más conocido la concesión de una casulla de origen celeste.

El tercer grupo está formado por Sancti THOMAS DE A (Santo Tomás de Aquino) et ANSELMUS (San Anselmo). Al primero se le representa con su hábito de dominico, con un libro abierto en la mano (para resaltar la gran importancia de su doctrina recogida en la Summa Theológica) y con un sol o estrella en el pecho (los teólogos franceses le llamaban estrella del alba, sol luminoso y luz de la Iglesia). San Anselmo aparece en segundo plano con báculo, por haber sido arzobispo de Canterbury.
Santo Tomás de Aquino y San Anselmo.

Santo Tomás de Aquino (1225-1274), de origen italiano, ingresó en la orden dominica, ejerció como profesor en diversas universidades y posiblemente fue el teólogo más importante de la Iglesia, ya que sus obras sirvieron como base de la doctrina católica, por lo que fue declarado doctor (angélico) de la iglesia en 1567. Tuvo gran devoción a la Virgen, a quien consideraba receptáculo digno de Dios y cuyo saludo incluía en el margen de todos los cuadernos en que escribía, entre los que estuvo un tratado sobre el texto del Ave María, en el que desmenuzaba y justificaba cada una de las frases de dicha oración.

San Anselmo (1033-1109) nació en Aosta (Italia) e ingresó en la orden benedictina, donde llegó a abad, acabando por ser nombrado arzobispo de Canterbury. Fue un gran teólogo y se le considera el precursor de Santo Tomás de Aquino, siendo declarado doctor de la iglesia en 1720. Fue un gran devoto de la Virgen María y en sus textos decía que no había existido criatura tan sublime y perfecta como ella, indicando además que quien desdeñase celebrar la fiesta de su Concepción no la amaba de verdad, por lo que se le considera un difusor de la fiesta de la Inmaculada mucho antes de la definición del dogma.

El cuarto grupo está formado por Sancti ISIDORUS H (San Isidoro de Sevilla –Hispalis-) et BERNARDUS (San Bernardo de Claraval). El primero porta el báculo y el manto, ya que fue arzobispo de Sevilla, pero no la mitra (como hemos visto en casos anteriores) porque en su época aún no era costumbre que la llevaran los prelados. San Bernardo va ataviado con el hábito cisterciense, luce la parte central de su cabeza rapada y porta un libro por haber reformado la orden y por sus múltiples escritos.
San Isidoro y San Bernardo.

San Isidoro de Sevilla (560-636), natural de Cartagena, fue ordenado sacerdote y nombrado arzobispo de Sevilla. En 1722, en reconocimiento a su legado fue declarado doctor de la Iglesia, ya que durante su vida, debido a sus escritos, fue considerado el hombre más sabio del mundo, destacando con su obra las Etimologías, que pretendía ser la condensación de toda la ciencia antigua. También destacó por la unificación religiosa de España, por formular el decreto que obligaba a establecer un seminario en todas las diócesis y por el amor a los pobres. Además luchó contra el arrianismo de los visigodos, al que contrapuso la doble naturaleza divina y humana de Cristo, motivo por el que aparece en este ábside.

San Bernardo de Claraval (1090-1153) era de origen borgoñón y, muy joven, fundó el monasterio de Claraval, donde fue abad hasta su muerte, ya que por tres veces renunció a ser nombrado obispo. Llevó a cabo la reforma de la Orden y se empeñó en prohibir las representaciones iconográficas en los templos por ser contrarias a la sencillez de la vida monástica. En 1830 fue proclamado doctor de la Iglesia. Tenía una especial devoción a la Virgen, a quien oraba diciendo “Acuérdate oh Madre Santa, que jamás se oyó decir, que alguno a Ti haya acudido, sin tu auxilio recibir” y a quien se refería como la Estrella que nos guiaría al Puerto Celestial. Además escribió sobre los temas de la Anunciación y de la Asunción y se le atribuyen las últimas palabras de la Salve: “Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María”.

El quinto grupo lo forman Sancti EPHRAEM (San Efrén de Siria) et BONAVENTURA (San Buenaventura o Giovanni Fidanza, su verdadero nombre). Al primero se le muestra joven, barbilampiño y enfundado en una dalmática, ya que fue diácono; el segundo, por detrás, porta el capelo cardenalicio por la dignidad que alcanzó.
San Efrén y San Buenaventura.

San Efrén (306-373) nació en Nísibis (hoy Nusaybin), fue diácono de Edessa en la actual Turquía, donde vivió como una asceta e impulsó el uso de los cantos, como complemento del culto, y la caridad para con los pobres y enfermos. En 1920 fue proclamado doctor de la iglesia. Escribió sobre el tema de la Anunciación y sobre la relación entre Eva y María. Compuso un listado poético en el que recogió algunos títulos de la Virgen María similares a los recopilados en las letanías, entre los que estaban Llena de gracia, Mediadora ante Cristo, Puente misterioso hacia el cielo, Llave del Paraíso, Abogada nuestra, Intercesora nuestra, Madre de Dios

San Buenaventura (1221-1274) nació en Bagnoregio, Italia, ingresó en la orden franciscana, donde ejerció como Superior General, fue arzobispo de Lyon, cardenal de la diócesis de Albano e intermedió para acabar con el cisma de Oriente. Estudió y enseñó teología en París y fue proclamado doctor en 1588. Intervino en la redacción de la biografía de San Francisco de Asís, junto a quien se le suele representar en compañía de Santa Clara; también es habitual que se le relacione con Santo Tomás de Aquino de quien era compañero. Consideraba que la oración era la clave de la vida espiritual (a veces se le representa recibiendo un rosario o un libro de manos de la Virgen) y defendía el ardiente amor de Cristo, lo que le vincula con el Sagrado Corazón de Jesús.

El último grupo está formado por Sancti BERNARDINUS S (San Bernardino de Siena) et P. DAMIANUS (San Pedro Damián). Al primero se le representa anciano y con su hábito franciscano guardando algo, que habitualmente suele ser una maqueta de ciudad (porque es patrón de Siena) o bien una tablilla con el monograma IHS entre las manos. Al segundo se le muestra con sus atributos episcopales  (mitra, báculo y manto), más el capelo cardenalicio y un libro en la mano.
San Bernardino y San Pedro Damián.

San Bernardino (1380-1444) nació en Massa Marittima, cerca de Siena. En su juventud atendió a enfermos a través de la asociación piadosa llamada Devotos de Nuestra Señora, ayudando a bien morir, ingresó en la orden franciscana, fue ordenado sacerdote e impulsó la fundación de muchos monasterios y de misiones. Se le considera el difusor de la devoción al Santísimo Nombre de Jesús y a la Eucaristía, popularizando el monograma IHS: Iesus Hominum Salvator (Jesús Salvador de los hombres). Afirmaba sentir un inmenso amor por la Virgen Santísima, a quien rezaba constantemente y de quien decía que actuó siempre bajo la inspiración y el impulso del Espíritu Santo, por lo que había que excluirla de todas las imperfecciones morales.

San Pedro Damián (1007-1072) nació en Rávena, ingresó en la orden de los agustinos, fue profesor y eremita, acabando por ser nombrado obispo de Ostia y cardenal, fue un destacado escritor y colaborador de los papas para la reforma gregoriana de la Iglesia, además de defensor del celibato y azote contra la simonía. Fue proclamado doctor de la iglesia en 1828. Su gran afición era retirarse a orar, a meditar y a socorrer a los pobres. A sus compañeros les inspiró un amor filial a la Santísima Virgen, a la que consideraba la Casa de Dios a través de la que el Hijo revestido de carne, hizo su entrada en el mundo.

Texto y fotografías de Manuel Siurana Roglán

Saturday, December 22, 2012

ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LA DISTRIBUCIÓN DEL VOTO EN LAS ELECCIONES AL PARLAMENTO DE CATALUÑA - ANÀLISI ESTADÍSTICA DE LA DISTRIBUCIÓ DEL VOT EN LES ELECCIONS Al PARLAMENT DE CATALUNYA

VERSIÓN CASTELLANO

El pasado 25 de noviembre se celebraron las elecciones al parlamento de Cataluña. Los estudiantes de 3º y 4º de ESO del Colegio San Miguel de Barcelona realizaron un trabajo de campo consistente en la formulación de encuestas a los votantes a pie de urna, a quienes se preguntaba el sexo, la edad y el sentido del voto emitido; además de la tendencia de su voto si se produjera una consulta sobre la independencia de Cataluña.
Los resultados de la encuesta fueron sumamente interesantes por sí mismos, ya que a grandes líneas reflejaron la tendencia del voto finalmente emitido, pero también lo fueron por su desviación con los votos realmente emitidos, ya que mostraron una muy alta ocultación de voto en el sector del electorado que podríamos definir como más españolista; lo cual es un reflejo de una realidad social muy actual y que invita a una profunda reflexión por parte de todos.
 
Una vez recopilados informáticamente los resultados de las encuestas, depurados los errores y conocidos los resultados reales, hemos podido proceder al análisis de los mismos, aplicando las desviaciones entre el voto real y el de las encuestas. De ese modo, podemos aventurar la distribución del voto según grupos de edad y sexo y también cuál sería el resultado de una posible consulta independentista.

RESULTADOS
Finalmente hemos validado un total de 11.535 encuestas distribuidas entre 58 colegios electorales elegidos de manera proporcional al número de votantes por cada distrito de Barcelona.

VOTO POR SEXO
A CIU le han votado el 28,76% de los hombres y el 30,07% de las mujeres de Barcelona.
Al PSC le han votado el 11,97% de los hombres y el 12,41% de las mujeres de Barcelona.
AL PP le han votado el 16,13% de los hombres y el 13,64 de las mujeres de Barcelona.
A ERC le han votado el 13,46% de los hombres y el 12,69% de las mujeres de Barcelona.
A ICV le han votado el 10,52% de los hombres y el 13,34% de las mujeres de Barcelona.
A Ciutadans le han votado el 9,03% de los hombres y el 7,48% de las mujeres de Barcelona.
A SI le han votado el 1,36% de los hombres y el 0,92% de las mujeres de Barcelona.
A las CUP le han votado el 4,16% de los hombres y el 3,76% de las mujeres de Barcelona.
Han votado en blanco el 1,15% de los hombres y el 1,28% de las mujeres de Barcelona.
Han votado a otros partidos el 3,55% de los hombres y el 3,45% de las mujeres de Barcelona.
La conclusión es que las mujeres votan más a CiU, PSC e ICV, mientras que los hombres votan más al PP, ERC, Ciutadans, SI y CUP. En el contexto de la cita electoral celebrada el día 25 de noviembre podríamos concluir que los hombres han optado por las formaciones que presentaban posturas más contrapuestas respecto a lo que ha sido el tema principal de la campaña electoral.

VOTO POR EDAD
Hemos establecido tres grupos de edad: de 18 a 40 años, de 41 a 60 años y de 61 y más años.
CIU aumenta claramente su porcentaje de votos con la edad, pasando sucesivamente de 23,36% en la franja menor a 27,51% en la intermedia para acabar con 35,20% en la de mayor edad.
Algo parecido les ocurre al PSC y al PP. El PSC pasa del 7,57%, al 12,27% y acaba con el 14,91%. El PP comienza con el 9,51%, sigue con el 13,43% y concluye con el 19,76% en la franja de más edad.
Lo contrario sucede con  ERC e ICV. ERC pasa de tener el 15,53% en la franja de menor edad, 14,74% en la intermedia y 9,84% en la superior. Mientras que ICV tiene el 17,53% en la menor, el 14,31% en la intermedia y el 6,11% en la superior. Una tendencia similar también la tienen el voto a otros partidos minoritarios y a SI y a las CUP. En este último caso de manera muy acusada (8,12% – 3,73% – 1,56%).
Ciutadans no presenta una tendencia tan clara, ya que su voto se centra entre los más jóvenes y los de edad media (9,15% y 9,29% respectivamente), para caer fuertemente en los de mayor edad (6,67%).
En conclusión, el voto de CIU, PSC y PP aumenta con la edad, mientras que el voto de ERC, ICV y CUP disminuye. Así mismo los jóvenes tienen mayor tendencia a votar a candidaturas de tipo alternativo que no obtienen escaños y a partidos más nuevos. A su vez la gente mayor mantiene más fidelidad a las marcas tradicionales y vota muy poco a las formaciones políticas nuevas.
VOTO POR LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA
A la mitad de los encuestados (separados por colegios electorales y grupos de encuestadores) se les preguntó si querían que Cataluña siguiera siendo parte del Estado Español y a la otra mitad se les preguntó si querían que Cataluña fuera un Estado independiente. Los resultados globales no cambiaron de manera sustancial, ya que oscilaban en escasamente tres puntos de diferencia. Pero al analizar los datos se ha observado que es posible que los encuestadores no formularan correctamente la pregunta “¿Quiere que Cataluña siga siendo parte del Estado español?” o bien que los encuestados no la entendieran del todo, ya que con esta opción curiosamente disminuía el número de independentistas en los partidos que defendían dicha postura, pero aumentaba en los partidos contrarios a ella, para acabar dando un resultado tres puntos menos favorable a la independencia que con la otra pregunta.
El sinsentido del global de las respuestas no ha llevado a no tomar en consideración las encuestas con esta pregunta y centrarnos sólo en la pregunta de “¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente?”, a la que respondieron un total de 5.237 personas.

DISTRIBUCIÓN POR PARTIDOS
Entre quienes manifestaron haber votado a CIU dijeron que Sí el 82,78%, No el 10,49% y no sabían el 6,73%.
Entre los votantes del PSC dijeron que Sí el 14,79%, No el 79,21% y no sabían el 5,99%.
De los votantes del PP dijeron que Sí el 6,48%, No el 92,22% y no sabían el 1,3%.
Entre los que votaron a ERC dijeron que Sí el 90,8%, No el 6,17% y no sabían el 3,03%.
De los que votaron a ICV afirmaron que Sí el 42,6%, que No el 42,4% y no sabían el 15%.
Entre los votantes de Ciutadans el 7,38% dijeron que Sí, el 90,16% que No y el 2,46% que no sabían.
De los que afirmaron votar a las CUP dijeron que Sí el 83,67%, No el 12,24% y no sabían 4,08%.
Entre quienes afirmaron votar a otros partidos, el 35,58% dijeron que Sí, el 53,37% que No y el 11,04% que no sabían.
De aquellos que dijeron votar en blanco, dijeron que Sí el 17,74%, que No, el 53,37% y que no sabían el 11,04%.
La conclusión es que en la mayor parte de los partidos existe una tendencia clara hacia una u otra respuesta, pero en ningún caso, ni en los más extremos, hay total unanimidad, de modo que en partidos que claramente se han definido a favor de la independencia, como ERC o las CUP existe un nicho de voto que no comulga con dicha idea. Lo mismo sucede en sentido inverso con los partidos que se han posicionado rotundamente contra la independencia, como PP y Ciutadans. Los casos de CIU y PSC son más especiales y requieren más matices. Los dirigentes de CIU han apostado claramente por el soberanismo y eso ha hecho que quienes manifiestan haberles votado opten con bastante contundencia por el Sí a la independencia, pero no tanta como la que muestran los votantes de ERC. En lo que respecta al PSC las dudas son un poco mayores, pero parece que se van despejando a costa de posiblemente haber perdido un reguero de votos de su ala soberanista, aunque una parte de este electorado ha seguido votándoles. Un caso especial es el de ICV, ya que quienes manifestaron haberles votados se dividen rotundamente entre quienes votarían a favor y en contra de la independencia, manteniendo también unas altas posiciones de duda.

EXTRAPOLACIÓN
Una vez conocida la intención de voto en una posible consulta independentista, hemos realizado la extrapolación de dicha intención al conjunto de los votantes de Cataluña, aplicando los porcentajes antes indicados. De ese modo se obtiene el siguiente resultado: 1.875.471 personas de las que votaron estarían a favor de la independencia (51,61%), 1.542.780 estarían en contra (42,45%) y 215.910 (5,94%) no sabrían o no querrían contestar.

VOTO POR LA INDEPENDENCIA SEPARADO POR EDAD Y SEXO Y DISTRITOS DE BARCELONA
La opción independentista disminuiría con la edad, pero vencería en todas las franjas.
Votarían sí a la independencia de Cataluña el 56,06% de los menores de cuarenta años, el 51,74% de los comprendidos entre los cuarenta y uno y los sesenta años y el 48,87% de los mayores de sesenta años. Votarían que No el 37,23% de los menores, el 41,28% de los medianos y el 46,78% de los mayores. En todos los casos se mantendrían cifras similares de indecisión entorno al 5-7%.
En la distribución por sexo se da la curiosidad de que tanto el número de mujeres favorables como contrarias a la independencia es menor que el de hombres. O dicho de otro modo, las mujeres ganan en indefinición. El 51,12% de ellas votaría a favor de la independencia contra el 41,77% que votaría en contra y el 7,03% que no se pronuncia. En el caso de los hombres, el 52,13% votaría a favor, el 43,17% en contra y el 4,79% no se definen.
En todos los distritos electorales de Barcelona vencería el Sí a la independencia, excepto en Nou Barris, donde el 56,46 % de los encuestados afirmaron estar en contra de dicha opción, frente al 37,39% que dijeron apoyarla.
Los resultados estarían bastante igualados en los barrios de Horta-Guinardó, Sant Andreu y Sant Martí.
La victoria de los partidarios de la independencia sería más contundente en el resto de distritos, especialmente en Gracia con un 59,7% a favor y 34,38% en contra y en el Ensanche con un 56,24% a favor y un 37,68% en contra.


VERSIÓ CATALÀ

El passat 25 de novembre es van celebrar les eleccions al parlament de Catalunya. Els estudiants de 3r i 4t d'ESO del Col·legi San Miguel de Barcelona van realitzar un treball de camp consistent en la formulació d'enquestes als votants a peu d'urna, als qui es preguntava el sexe, l'edat i el sentit del vot emès; a més de la tendència del seu vot si es produís una consulta sobre la independència de Catalunya.
Els resultats de l'enquesta van ser summament interessants per si mateixos, ja que a grans línies van reflectir la tendència del vot finalment emès, però també ho van ser per la seva desviació amb els vots realment emesos, ja que van mostrar una molt alta ocultació de vot en el sector de l'electorat que podríem definir com més espanyolista; la qual cosa és un reflex d'una realitat social molt actual i que convida a una profunda reflexió per part de tots.
Una vegada recopilats informàticament els resultats de les enquestes, depurats els errors i coneguts els resultats reals, hem pogut procedir a l'anàlisi dels mateixos, aplicant les desviacions entre el vot real i el de les enquestes. D'aquesta manera, podem aventurar la distribució del vot segons grups d'edat i sexe i també quin seria el resultat d'una possible consulta independentista.

RESULTATS
Finalment hem validat un total d'11.535 enquestes distribuïdes entre 58 col·legis electorals triats de manera proporcional al nombre de votants per cada districte de Barcelona.

VOT PER SEXE
A CIU li han votat el 28,76% dels homes i el 30,07% de les dones de Barcelona.
Al PSC li han votat l'11,97% dels homes i el 12,41% de les dones de Barcelona.
Al PP li han votat el 16,13% dels homes i el 13,64 de les dones de Barcelona.
A ERC li han votat el 13,46% dels homes i el 12,69% de les dones de Barcelona.
A ICV li han votat el 10,52% dels homes i el 13,34% de les dones de Barcelona.
A Ciutadans li han votat el 9,03% dels homes i el 7,48% de les dones de Barcelona.
A SI li han votat l'1,36% dels homes i el 0,92% de les dones de Barcelona.
A les CUP li han votat el 4,16% dels homes i el 3,76% de les dones de Barcelona.
Han votat en blanc l'1,15% dels homes i l'1,28% de les dones de Barcelona.
Han votat a altres partits el 3,55% dels homes i el 3,45% de les dones de Barcelona.
La conclusió és que les dones voten més a CiU, PSC i ICV, mentre que els homes voten més al PP, ERC, Ciutadans, SI i CUP. En el context de la cita electoral celebrada el dia 25 de novembre podríem concloure que els homes han optat per les formacions que presentaven postures més contraposades respecte al que ha estat el tema principal de la campanya electoral.

VOT PER EDAT
Hem establert tres grups d'edat: de 18 a 40 anys, de 41 a 60 anys i de 61 i més anys.
CIU augmenta clarament el seu percentatge de vots amb l'edat, passant successivament del 23,36% a la franja menor al 27,51% en la intermèdia per acabar amb 35,20% en la de major edat.
Alguna cosa semblat els ocorre al PSC i al PP. El PSC passa del 7,57%, al 12,27% i acaba amb el 14,91%. El PP comença amb el 9,51%, segueix amb el 13,43% i conclou amb el 19,76% a la franja de més edat.
El contrari succeeix amb ERC i ICV. ERC passa de tenir el 15,53% a la franja de menor edat, 14,74% en la intermèdia i 9,84% en la superior. Mentre que ICV té el 17,53% en la menor, el 14,31% en la intermèdia i el 6,11% en la superior. Una tendència similar també la tenen el vot a altres partits minoritaris i a SI i a les CUP. En aquest últim cas de manera molt acusada (8,12% – 3,73% – 1,56%).
Ciutadans no presenta una tendència tan clara, ja que el seu vot se centra entre els més joves i els de edat mitjana (9,15% i 9,29% respectivament), per caure fortament en els de major edat (6,67%).
En conclusió, el vot de CIU, PSC i PP augmenta amb l'edat, mentre que el vot d'ERC, ICV i CUP disminueix. Així mateix els joves tenen major tendència a votar a candidatures de tipus alternatiu que no obtenen escons i a partits més nous. Al seu torn la gent gran manté més fidelitat a les marques tradicionals i vota molt poc a les formacions polítiques noves.

VOT PER LA INDEPENDÈNCIA DE CATALUNYA
A la meitat dels enquestats (separats per col·legis electorals i grups d'enquestadors) se'ls va preguntar si volien que Catalunya seguís sent part de l'Estat Español i a l'altra meitat se'ls va preguntar si volien que Catalunya fos un Estat independent. Els resultats globals no van canviar de manera substancial, ja que oscil·laven en escassament tres punts de diferència. Però en analitzar les dades s'ha observat que és possible que els enquestadors no formulessin correctament la pregunta “Vol que Catalunya segueixi sent part de l'Estat espanyol?” o bé que els enquestats no l'entenguessin del tot, ja que amb aquesta opció curiosament disminuïa el nombre d'independentistes en els partits que defensaven aquesta postura, però augmentava en els partits contraris a ella, per acabar donant un resultat tres punts menys favorable a la independència que amb l'altra pregunta.
El contrasentit del global de les respostes ha portat a no prendre en consideració les enquestes amb aquesta pregunta i centrar-nos només en la pregunta de “Vol que Catalunya sigui un Estat independent?”, a la qual van respondre un total de 5.237 persones.

DISTRIBUCIÓ PER PARTITS
Entre els qui van manifestar haver votat a CIU van dir que Sí el 82,78%, No el 10,49% i no sabien el 6,73%.
Entre els votants del PSC van dir que Sí el 14,79%, No el 79,21% i no sabien el 5,99%.
Dels votants del PP van dir que Sí el 6,48%, No el 92,22% i no sabien l'1,3%.
Entre els quals van votar a ERC van dir que Sí el 90,8%, No el 6,17% i no sabien el 3,03%.
Dels quals van votar a ICV van afirmar que Sí el 42,6%, que No el 42,4% i no sabien el 15%.
Entre els votants de Ciutadans el 7,38% van dir que Sí, el 90,16% que No i el 2,46% que no sabien.
Dels quals van afirmar votar a les CUP van dir que Sí el 83,67%, No el 12,24% i no sabien 4,08%.
Entre els qui van afirmar votar a altres partits, el 35,58% van dir que Sí, el 53,37% que No i l'11,04% que no sabien.
D'aquells que van dir votar en blanc, van dir que Sí el 17,74%, que No, el 53,37% i que no sabien l'11,04%.
La conclusió és que en la major part dels partits existeix una tendència clara cap a una o una altra resposta, però en cap cas, ni en els més extrems, hi ha total unanimitat, de manera que en partits que clarament s'han definit a favor de la independència, com a ERC o les CUP existeix un nínxol de vot que no combrega amb aquesta idea. El mateix succeeix en sentit invers amb els partits que s'han posicionat rotundament contra la independència, com al PP i Ciutadans. Els casos de CIU i PSC són més especials i requereixen més matisos. Els dirigents de CIU han apostat clarament pel soberanisme i això ha fet que els qui manifesten haver-los votat optin amb bastant contundència pel Sí a la independència, però no tanta com la qual mostren els votants d'ERC. Pel que fa al PSC els dubtes són una mica majors, però sembla que es van buidant a costa de possiblement haver perdut una part de vots de la seva ala sobiranista, encara que una part d'aquest electorat ha seguit votant-los. Un cas especial és el d'ICV, ja que els qui van manifestar haver-los votats es divideixen rotundament entre els qui votarien a favor i en contra de la independència, mantenint també unes altes posicions de dubte.

EXTRAPOLACIÓ
Una vegada coneguda la intenció de vot en una possible consulta independentista, hem realitzat l'extrapolació d'aquesta intenció al conjunt dels votants de Catalunya, aplicant els percentatges abans indicats. D'aquesta manera s'obté el següent resultat: 1.875.471 persones de les quals van votar estarien a favor de la independència (51,61%), 1.542.780 estarien en contra (42,45%) i 215.910 (5,94%) no sabrien o no voldrien contestar.

VOT PER LA INDEPENDÈNCIA SEPARAT PER EDAT, SEXE I DISTRICTES DE BARCELONA
L'opció independentista disminuiria amb l'edat, però venceria en totes les franges.
Votarien Sí a la independència de Catalunya el 56,06% dels menors de quaranta anys, el 51,74% dels compresos entre els quaranta-u i els seixanta anys i el 48,87% dels majors de seixanta anys. Votarien que No el 37,23% dels menors, el 41,28% dels mitjans i el 46,78% dels majors. En tots els casos es mantindrien xifres similars d'indecisió entorn del 5-7%.
En la distribució per sexe es dóna la curiositat que tant el nombre de dones favorables com a contràries a la independència és menor que el d'homes. O dit d'una altra manera, les dones guanyen en indefinició. El 51,12% d'elles votaria a favor de la independència contra el 41,77% que votaria en contra i el 7,03% que no es pronuncia. En el cas dels homes, el 52,13% votaria a favor, el 43,17% en contra i el 4,79% no es defineixen.
En tots els districtes electorals de Barcelona venceria el Sí a la independència, excepte en Nou Barris, on el 56,46 % dels enquestats van afirmar estar en contra d'aquesta opció, enfront del 37,39% que van dir recolzar-la.
Els resultats estarien bastant igualats als barris d’Horta-Guinardó, Sant Andreu i Sant Martí.
La victòria dels partidaris de la independència seria més contundent en la resta de districtes, especialment en Gràcia amb un 59,7% a favor i 34,38% en contra i en l'Eixample amb un 56,24% a favor i un 37,68% en contra.

Manuel Siurana Roglán
22-XII-2012

Thursday, December 13, 2012

UN CATECISMO PLÁSTICO. EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL SAGRADO CORAZÓN. PARTE 5, Estudio iconológico del presbiterio. La bóveda absidial

ESTUDIO ICONOLÓGICO DEL PRESBITERIO

El presbiterio del Santuario, todo él decorado, presenta dos zonas claramente diferenciadas, la primera, recta, que es la continuación de la nave central y la segunda el ábside semicircular, que es de menor anchura que la nave y que a su vez se divide en dos partes principales separadas por el entablamento: la superior, ocupada básicamente por la bóveda absidial y la inferior o cilíndrica.

La bóveda absidial
El pintor Francisco Labarta

Las pinturas murales del ábside fueron realizadas al fresco por el pintor Francisco Labarta Planas, que en ese momento era profesor de la Facultad de Bellas Artes de Barcelona y estaba decorando la iglesia de Santa Teresita en el barrio de Gracia[1].También colaboraron con él, su yerno y su hijo. El cobro de la obra lo realizó por metro cuadrado pintado.
Bóveda del ábside completa

La bóveda absidial muestra una impresionante composición pictórica al fresco estructurada en tres pisos a partir de un eje vertical, que es la bisectriz de un triángulo isósceles que forma el centro ideológico de la representación, que pretende ofrecer un sencillo a la vez que trascendente mensaje[2], en el que, con el protagonismo básico de la Santísima Trinidad, se combinan diversos personajes relacionados con la advocación del Santuario, la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón, el Colegio San Miguel y su claustro.
Eje central de la composición

El eje central (la bisectriz del triángulo) de arriba a abajo está formado por Dios Padre, el Espíritu Santo, el Hijo y el arcángel San Miguel, pero el triángulo lo completan las figuras de la Virgen María y de San José, que algo por debajo flanquean a Cristo. Los pisos se adaptan a la superficie decorada y ocupan más espacio en la parte inferior. El superior o supra celestial tiene dos únicos protagonistas: Dios Padre y el Espíritu Santo, el intermedio engloba al Hijo, María, José y otros muchos santos y personajes del Antiguo Testamento y el inferior muestra tres zonas, las extremas, donde se representan personajes vivos, las intermedias, donde aparecen moribundos o difuntos en brazos de clérigos y personas piadosas y la central que reproduce el purgatorio, en el que la figura de San Miguel centra la composición.

El autor, para abaratar costes y de acuerdo con la comunidad, prescindió de la escenografía, limitándose a representar un abigarrado conjunto de figuras, entre las que las nubes son el único elemento complementario, a pesar de ello, la superposición y el tamaño de los personajes es el recurso del que se sirve para generar una cierta sensación espacial compositiva, en la que utiliza básicamente tonos ocres y marrones, salvo casi exclusivamente en la representación de los ropajes de Cristo, la Virgen y San José y en las llamas del infierno; lo cual es un recurso para concentrar la atención del espectador en el mensaje básico de la bóveda, en la que los personajes adquieren unas dimensiones adaptadas al protagonismo que se les quiere otorgar. De manera que Dios Padre supera el tamaño del resto de las figuras, seguido en un segundo nivel por Cristo, la Virgen y San José, en un tercer nivel por San Miguel, San Juan y San Francisco y en un cuarto nivel por el resto de las figuras representadas.
Figuras de la Santísima Trinidad

El centro superior está presidido por la Santísima Trinidad, en consonancia con la inscripción que recorre el intradós del arco, +GLORIA PATRI ET FILIO ET SPIRITUI SANCTO+. En este caso, el autor recurre a una de las representaciones características de este tema, la llamada Trinidad Paternitas: Dios Padre en la parte superior con los brazos abiertos enmarcando al Hijo, situado en la parte inferior y al Espíritu Santo, personificado en forma de paloma[3], entre ellos. La representación del Padre es imponente y se ajusta al modelo tradicional surgido a partir del siglo XII, basado en una figura con rasgos de hombre anciano con barba larga y aspecto patriarcal. Para la representación de la imagen de Cristo se recurre a la que pareció más apropiada para este Santuario, es decir, la advocación del Sagrado Corazón, de ahí todo el colorido y complementos utilizados. Jesús aparece sentado, semicubierto con un manto de color rojo al vuelo (en recuerdo de su pasión y muerte), mostrando las llagas de las manos y un sagrado corazón[4] envuelto en una luminosa aura.

A ambos lados de Cristo, pero ligeramente más abajo se representan sus padres terrenales: María (a su derecha) y José (a su izquierda), los dos con mantos azules en clara referencia a su pureza. Asumen un papel intercesor, si bien, en este caso, Labarta no acaba de lograr la completa integración de la escena al representar a la Virgen muy ausente, como si se tratara de una imagen aislada, que tuviera como objetivo principal resaltar su advocación como Inmaculada en consonancia con la mayor parte de la iconografía que más adelante veremos en el cilindro. La representación de José es muy devota, une sus manos y mira a Cristo, como si estuviera orando o intercediendo por nuestras almas; su imagen se ajusta al modelo tradicional prerrenacentista, basado en los evangelios apócrifos, en los que se le describía como una persona anciana; el único símbolo que porta es un cayado del que han brotado flores[5].
Grupo celestial del lado derecho

En el cielo, entre múltiples ángeles y putti (cabecitas de ángeles con alas) se muestran una parte de los salvados, con un protagonismo especial para San Juan Bautista y San Francisco de Asís. En el lado derecho de Cristo destaca la figura de San Juan Bautista por delante de una serie de grandes santos (posiblemente parte del apostolado) y destacados personajes del Antiguo Testamento, entre los que son reconocibles Moisés y el rey David. No es por ello extraño el rol del Bautista, a quien se considera el enlace entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, por ser tenido como el último de los profetas y el primero de los santos, a la vez que el anunciador de Cristo. La imagen de Juan, que aparece arrodillado y suplicante, se ajusta a una de sus representaciones habituales, ya que va vestido con pieles de camello, ofrece un aspecto desaliñado y, como anunciador de Cristo, porta una larga caña rematada por una cruz[6]. Tras el Bautista se representan cinco santos, de los que dos portan libros y uno de ellos por su juventud podría ser San Juan Evangelista, lo que induce a pensar en la representación de una pequeña muestra del apostolado, entre los que llama la atención la ausencia de San Pedro, a quien se pinta en la parte exterior de la bóveda. El grupo lo completan Moisés (símbolo de la ley de Dios), que está representado al modo patriarcal (con largas barbas), portando las tablas de la ley y con rayos de luz que le brotan de su cabeza[7], y David (símbolo de la oración), que cubre su cabeza con una corona real y toca un arpa[8].
Grupo celestial del lado izquierdo

En el lado izquierdo el protagonismo es para San Francisco de Asís, que precede a diversos santos y santas que representan a las Órdenes Religiosas, pero la mayoría sin atributos que les identifiquen. San Francisco viste un hábito marrón y en su cordón se muestran tres nudos, como símbolo de los votos religiosos de pobreza, caridad y obediencia, además tiene una cruz a sus pies y en sus manos muestra los estigmas de la Pasión[9]. Entre los monjes y monjas que le acompañan creemos reconocer la figura de Santa Clara, que entre sus manos guardaría un copón con la Sagrada Forma[10] y cuya presencia estaría más que justificada tanto por el protagonismo de San Francisco de Asís[11], como en recuerdo de la orden religiosa a la que perteneció el claustro del colegio San Miguel[12].
Grupo de San Miguel ante la Virgen

El centro de la zona baja de la bóveda absidial está dedicado al arcángel San Miguel, representado en el eje en el que están las Personas de la Trinidad y de mayor tamaño que el resto de figuras. El joven santo arcángel está representado en el centro del purgatorio dirigiendo su mirada hacia la Virgen María intercediendo por un alma de la que cuida su ángel de la guarda, mientras que otras personas esperan su turno envueltas en llamas. Tal como es habitual en su iconografía, va vestido con una armadura y porta una espada al cinto, ya que este arcángel es la representación habitual de la iglesia militante[13]. Su presencia en la composición también está más que justificada tanto por su patronazgo sobre el colegio regentado por los Misioneros del Sagrado Corazón como por el papel que le ha otorgado el cristianismo en su lucha contra el pecado y en especial como intercesor para el Juicio Final y el acceso de las almas a los cielos[14].
Grupo de los padres Chevalier y Verius

En los dos extremos inferiores se representan varios personajes, en oración o predicación. Entre ellos se mezclan personas concretas y relevantes que no han sido canonizados, junto a otras que tendrían un papel más genérico. La presencia cierta de los Padres Chevalier y Verius[15] pintados bajo la figura del Bautista, induce a pensar que quienes les acompañan tendrían que ver de algún modo u otro con el mecenazgo del claustro, del primitivo hospital de San Juan de Dios en Barcelona o con los Misioneros del Sagrado Corazón. El Padre Julio Chevalier adquiere un lógico protagonismo como fundador de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón y es el único de los representados que levanta el brazo como si quisiera mostrarnos su doctrina que, en buena medida, es la que se plasma en el conjunto iconográfico del ábside. A su lado y algo por detrás, la presencia del Padre Enrique Verius corrobora el sentido misional de la Congregación. En este mismo sentido, es muy posible que la representación de un obispo en el otro extremo obedezca a la intención de reproducir a Don Pantaleón Monserrat, obispo de Barcelona que apoyó la construcción del hospital de San Juan de Dios y bendijo la primitiva capilla o bien a Don José Morgades, el obispo que requirió a los Misioneros del Sagrado Corazón para que se instalaran en este convento. También es posible que se quisiera representar a los mecenas de la obra. Otros personajes ataviados más a la antigua, siguiendo este criterio, representarían a las familias que impulsaron la construcción del convento y el claustro de las Hermanas Clarisas y a su fundadora, Sor Rafaela Pagés. La presencia de un rey devoto con la corona y el cetro a un lado (en señal de sumisión al poder de Dios), respondería al apoyo que la monarquía otorgó a la construcción del convento y del claustro.
Escenas relacionadas con la misericordia

Entre los grupos de figuras de los extremos y la zona central en la que se muestra el purgatorio, aparecen diversas escenas que tienen un nexo común: la misericordia personificada por cuatro figuras que ayudan a bien morir (un monje, una seglar, una monja y un sacerdote) y por cuatro moribundos (un hombre de armas, un niño, un anciano y unos indígenas africanos) que están en sus brazos. Con estas escenas el autor pretende agrupar un elenco de personas vivas que ejercen el ministerio común a Santa Clara, a San Juan de Dios y a los Misioneros del Sagrado Corazón: la misericordia hacia los más necesitados y desvalidos.

De ese modo, una visión global de la bóveda absidial resumiría una parte importante de la espiritualidad del Padre Chevalier, basada en el amor misericordioso de Dios hacia los hombres, plasmado en su Sagrado Corazón, que no podría desatender la intermediación de su Madre, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, a quien el arcángel San Miguel presentaría las almas de los pecadores arrepentidos, que previamente y en vida habrían sido misional y misericordiosamente atendidos y por quienes oraría una multitud de gente piadosa.

Para lograr la integración de toda la composición, el autor establece una serie de nexos de unión entre los diversos grupos de personajes y los estratos de la obra. En este sentido el protagonismo inicial sería para el Padre Chevalier, que, mirando al espectador, estaría predicando la misericordia al prójimo y el amor al Sagrado Corazón a través de la oración a Nuestra Señora, lo cual quedaría reflejado en las escenas de la parte terrenal, donde algunas figuras dirigen su mirada o su gesto hacia la zona superior, como si tuvieran la fortuna de tener esa visión celestial que nosotros también observamos. De ese modo, en la zona central se establecería un nuevo juego de miradas ascendentes que enlazarían a unas figuras con otras: el ángel de la guarda presentaría el alma de su protegido a San Miguel, quien a su vez la elevaría a Nuestra Señora.
El Greco. Entierro del Conde de Orgaz

La composición ofrece determinadas relaciones con el cuadro del Greco, titulado el Entierro del Conde de Orgaz, que con toda seguridad debió servir de fuente de inspiración para el autor de las pinturas de esta bóveda absidial. Al igual que en el famoso cuadro toledano, aquí el autor contrapone un mundo terrenal y otro celestial, en el que sitúa a la Trinidad y a diversos personajes del Antiguo y del Nuevo Testamento. Así mismo, dispone las figuras de forma aglomerada y utiliza una composición lineal, aunque diferente a la del Greco, para distribuir a los personajes. Además el pintor crea un juego de miradas y gestos que enlazan unas escenas y unos mundos con otros, como también hace el pintor cretense. Es también destacable la coincidencia en el protagonismo otorgado a San Juan Bautista, que podría quedar matizada por su reconocido papel como primer santo en alcanzar el cielo, venido desde el limbo[16] o desde el purgatorio. La gesticulación de algunas de las figuras también parece tributaria del manierismo del famoso cuadro toledano e incluso la actitud o disposición de algunas escenas, como la del personaje con armadura en brazos de un noble o algunos ángeles, que recuerdan enormemente al Greco. En cuanto a la temática las relaciones también son evidentes, pues en ambos casos se concreta en la llegada de un alma a los cielos, aunque en ese caso el enfoque del gran genio afincado en Toledo era más osado, ya que planteaba la muerte como un nacimiento casi natural a otra vida, en tanto que en el Santuario se propone un proceso más complejo en el que la misericordia y la oración son indispensables.
Rafael. El Triunfo de la Eucaristía

Otra obra con la que existen múltiples relaciones es el famoso fresco titulado El Triunfo de la Eucaristía, que el genial Rafael Sanzio pintó en una de las estancias del Vaticano. La inspiración es múltiple, comenzando por la composición basada en un eje ideológico central y en un sistema triangular presidido por la Santísima Trinidad, siguiendo por la distribución de las figuras en tres estratos, combinando escenas terrenales, con celestiales y supracelestiales y concluyendo con la representación de determinados personajes y símbolos en el cielo.

Imágenes de San Pedro y San Pablo

Fuera de la bóveda absidial, pero enmarcando sus esquinas superiores, se reproducen, también al fresco, otras dos figuras a las que el autor saca del Cielo para otorgarles un protagonismo especial en el conjunto del presbiterio. Se trata de San Pedro y San Pablo, a quienes la iconografía cristiana considera los dos principales baluartes de la Iglesia. El primero elegido por Jesús como referente en la tierra y como representante del sustrato judío original y el segundo como principal divulgador de la Fe entre los gentiles. Por lo que es corriente que ambos aparezcan en las portadas, en los retablos y en otras muchas representaciones, siempre Pedro a la derecha del altar y Pablo a la izquierda, puesto que Pedro, el directamente escogido por Jesús, simbolizaría la palabra de Dios, el Evangelio (antiguamente leído desde el lado derecho del altar) y Pablo, el autor de la mayoría de las epístolas, simbolizaría la palabra de los hombres (antiguamente leída desde el lado izquierdo del altar)[17]. A ambos se les pinta con sus principales atributos, que les hacen plenamente reconocibles: las llaves para San Pedro[18] y la espada para San Pablo[19].

Autor de los textos y fotografías: Manuel Siurana Roglán

NOTAS:
[1] El pintor Francisco Labarta Planas (1883-1963) combinó la acción docente con la práctica de la pintura, tanto de cuadros, en los que alcanzó éxito como pintor de paisajes y desnudos femeninos, como de pinturas murales, entre las que realizó la decoración del Palacio Nacional de Montjuïc y la iglesia de Caldetas, cuyas figuras, que no disposición, sirvieron de modelo para los personajes pintados en el Santuario. También fue un destacado colaborador de revistas satíricas catalanas como L’Esquella de la Torratxa.
[2] El Padre Esteban Salvador y el resto de la Comunidad MSC explicaron al pintor Labarta el mensaje que querían que transmitieran las pinturas, remarcando “el significado del título de Nuestra Señora por su intervención cerca del Corazón de Jesús para alcanzarnos las gracias” [SALVADOR, E, op. cit].  
[3] El tema de la Trinidad está sugerido en la escena de la Transfiguración, pero la habitual representación del Espíritu Santo personificado en una paloma tiene su origen en la escena del bautismo de Cristo relatada por el evangelista San Mateo (Mt 3, 16).
[4] La representación de un corazón en el arte, se trate de un tema profano o religioso, siempre simboliza el amor y, si de él salen llamas, el mensaje es el de un amor ardiente. A partir del siglo XVII, con la divulgación del culto al Sagrado Corazón de Jesús, la iconografía cristiana popularizó la representación de Cristo con un corazón ardiente rodeado por una corona de espinas y en ocasiones atravesado con tres clavos.
[5] A pesar de que el tema fuera condenado por el Concilio de Trento, siguiendo el relato de los evangelios apócrifos, es habitual la representación de San José con un bastón del que han brotado flores, como signo para su elección como esposo de María; siendo muy probable que el tema se inspirase en el florecimiento de la vara de Aarón (Núm. 17, 16-28).
[6] La iconografía de Juan el Bautista está basada en el relato que se realiza en el Evangelio de San Lucas (Lc 7, 24-27), cuando Jesús elogia su figura y de manera retórica pregunta a la gente ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?... ¿Un hombre lujosamente vestido?, contestándose luego que Juan era más que un profeta, el mensajero que preparará el camino. San Juan Bautista suele adquirir mucho protagonismo en las representaciones de los juicios finales y de la corte celestial, ya que es considerado el primer santo, por lo que en el mundo del arte ha sido corriente su representación en las escenas que reproducen el Descenso a los Infiernos, cuando es el primero rescatado por Cristo.
[7] Moisés es el personaje del Antiguo Testamento más representado en la iconografía cristiana porque en algunas ocasiones es considerado una prefiguración de Cristo (así se le trató al establecer un paralelismo narrativo en la Capilla Sixtina) y en otras de San Pedro. Su iconografía está basada en el libro del Éxodo (Éx 34, 29-30), cuando se relata su regreso del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano y con un rostro que irradiaba luminosidad por haber hablado con el Señor.
[8] Al rey David en alguna ocasión también se le considera una prefiguración de Cristo, pero ante todo y sobre todo es parte de su estirpe al ser el hijo de Jesé, de quien Isaías profetizó que nacería el Mesías (Is, 11, 1-3). Es habitual su representación como músico que toca el arpa, tal como lo describía Samuel (1 Sm 16, 23).
[9] Tomás de Celano (siglo XIII), el biógrafo de San Francisco de Asís, narró que el santo tuvo una visión en la que se le apareció un serafín a la vez que de manera simultánea se le reprodujeron las llagas de la Pasión o estigmas; si bien el también franciscano San Buenaventura (1217-1274), identificó la figura del serafín con el propio Cristo en la cruz, de ahí que junto al santo se represente un crucifijo.
[10] La Leyenda Dorada, escrita por Jacobo de la Vorágine (siglo XIII), narra la historia de 180 santos, entre los que está Santa Clara, quien, cuando los musulmanes atacaron Asís, salió del convento portando un cáliz o un copón con la Sagrada Forma, provocando la derrota de los invasores.
[11] La elección de la figura de San Francisco de Asís es atribuible a su papel como fundador de la orden franciscana, sin que pueda descartarse una querencia especial del autor de los frescos (Francisco Labarta) por su santo patrón.
[12] El magnífico claustro gótico del Colegio San Miguel, construido a finales del siglo XV (en 1494 aún se trabajaba en él) por Bartomeu Mas, con la ayuda de Gaspar Montmany y otros arquitectos, formaba parte del convento de las monjas franciscanas o clarisas y fue acabado de trasladar a su emplazamiento actual en 1872.
[13] San Miguel (¡Quién como Dios!), suele ir ataviado con ornamentos militares porque, según relata el Apocalipsis, fue el encargado de derrotar al demonio: “Se trabó entonces en el cielo una batalla: Miguel y sus ángeles entablaron combate contra el dragón. Lucharon encarnizadamente el dragón y sus ángeles, pero fueron derrotados y los arrojaron del cielo para siempre. Y el gran dragón, que es la antigua serpiente, que tiene por nombre Diablo y Satanás y anda seduciendo a todo el mundo, fue precipitado a la tierra junto con sus ángeles”. (Ap 12,7-9).
[14]En diversos momentos de la historia y en especial en el siglo XIV la Iglesia proclamaba que al cesar la vida, el alma se presentaba ante el Señor en una primera comparecencia. Entre ésta y el Juicio Final transcurría un plazo de tiempo en el que podía influirse desde la tierra para decidir el destino definitivo del alma del difunto. De ese modo, a través de la oración y del sacrificio de la misa, se podía interceder en tan crucial decisión” [Thomson Llisterri, Teresa, en BORRÁS, G. SIURANA, M. THOMSON, T. La iglesia de Santa María la Mayor de Caspe, Zaragoza, 2012, pg. 313].
[15] El Padre Enrico Stanislao Verjus, uno de los más destacados miembros de la Congregación de Misioneros del Sagrado Corazón, nació en Oleggio (Novara, Italia) el día 30 de agosto de 1860, siendo ordenado sacerdote en el año 1883. En 1884 se trasladó como misionero a evangelizar Nueva Guinea, donde fue nombrado obispo en 1889. Desgraciadamente en abril de 1892 enfermó gravemente, falleciendo el 13 de noviembre de 1892 en Oleggio.
[16] El limbo (del latín limbus, que significa orilla) era el lugar situado junto al infierno donde, según los primeros Padres de la Iglesia, se encontraban todas las personas justas muertas antes del Descenso de Cristo a los Infiernos para salvar a todos los hombres. El 19 de abril de 2007 la Comisión Teológica Internacional indicó que la existencia del limbo era una simple hipótesis teológica que no podía tomarse como dogma de fe.
[17] La preeminencia de la palabra de Dios sobre la palabra de los hombres, durante la antigüedad y hasta el Concilio Vaticano II, generó la costumbre sexista de que los varones se situaran en la que se llamó nave del Evangelio (lado de San Pedro) y las mujeres en la llamada nave de la Epístola (lado de San Pablo).
[18] El símbolo de Pedro con las llaves proviene del lenguaje figurado utilizado por Cristo, cuando le encarga la misión de representarle en la tierra, que queda relatado en el evangelio de San Mateo (Mt 16, 19): Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. La tradición y el arte hicieron el resto. Una de las llaves sería de oro (como símbolo del poder de absolución) y la otra sería de plata (como símbolo del poder de excomunión).
[19] La representación de Pablo con una espada responde a tres razones, la primera que hasta su conversión (Hch 9, 1-9) fue perseguidor de cristianos, la segunda por su ardor evangelizador y la tercera y básica porque, según la tradición, al ser ciudadano romano, fue martirizado decapitándole con una espada.