ARTÍCULOS DE MANUEL SIURANA

En este blog se recogen diversos artículos que han sido publicados por Manuel Siurana.

Tuesday, December 11, 2007

DISCURSO DE CLAUSURA DEL VII CENTENARIO

Manuel Siurana Roglán

Excelentísimos e Ilustrísimos Señores representantes de las diversas Instituciones del Estado: Gobierno de Aragón, Diputación Provincial, Comarca y Ayuntamientos. Excelentísimo y Reverendísimo arzobispo de Zaragoza, vecinos de Fuentespalda y amigos.

Hace once meses inaugurábamos en Torre del Compte los actos de celebración del VII Centenario. Allí, en la iglesia de San Pedro, asistimos a un acto similar al que hoy realizamos y en el que también se combinaron los parlamentos institucionales y la música.
El 23 de junio, el sábado más cercano a la fecha exacta de los hechos que conmemoramos, se celebró el acto central del Centenario, con diversas actividades, en las que se enlazaron los tambores y bombos, la música, la jota, el deporte, el teatro y los actos institucionales.
Entre la primavera y el verano pudimos visitar las exposiciones itinerantes de arte sacro y pudimos asistir a varios ciclos de conferencias, que versaron sobre nuestra cultura y nuestra historia. En Fuentespalda estuvieron Carles Sancho para hablar de la literatura en catalán en el Matarraña; el catedrático de la Universidad de Zaragoza, Carlos Laliena, para disertar sobre nuestra historia medieval, de la que tan rica documentación se guarda en este Ayuntamiento; y también yo mismo pude hablar sobre la religión en el arte a partir de nuestras obras.
Las tres conferencias aquí celebradas podrían resumir toda nuestra realidad actual, basada en una peculiaridad cultural que se asienta en nuestro idioma que nos confiere una identidad claramente diferenciada en el conjunto de Aragón. Pero también basada en una historia que no podemos ni omitir ni descuartizar a nuestro antojo. Historia en la que la fe cristiana ha guiado nuestros pasos, ha generado casi todo nuestro arte y ha marcado nuestra vida.

Y de eso se trataba. De reivindicar y de recordar en qué sitio se encuentran las cosas. De reiterar nuestra peculiaridad cultural, manifestada en el idioma. De reiterar nuestras raíces cristianas, manifestadas, entre otras cosas, en el arte y, en fin, de reiterar nuestra pertenencia histórica a Aragón, manifestada a través de los documentos y de los hechos.

Pero algo debe fallar cuando constantemente se han de recordar estos aspectos. Cuando, por no ofender a unos o a otros, no sea conveniente decir qué es lo que hablamos… Cuando no se acaba de redactar una ley de lenguas que nos sitúe en el mapa y nos permita preservar nuestra variante dialectal… Cuando en algunos foros comienza a ser mal visto que se afirme públicamente que se es católico y que se está convencido de serlo… Cuando algunos no respetan ni nuestra historia ni la verdad, creyendo o queriendo hacernos creer que estos pueblos han pertenecido o pertenecen a Cataluña, como acaba de suceder más que lamentablemente con la última versión del Trivial. A ellos habría que recordarles que el dominio que junto a los franceses ejercieron en los pueblos que celebran este Centenario fue efímero y se produjo por las armas contra gentes sitiadas que se defendieron y que no les dejaron pasar, como recuerda la placa que permanece ahí afuera y que conmemora la heroicidad de las personas de Fuentespalda y su solidaridad con los de Valderrobres en 1643.

Los pueblos, al igual que los árboles, para crecer y permanecer erguidos necesitan sus raíces, y las raíces de los pueblos las forman su patrimonio cultural e histórico, que, como raíces que son, no pueden mutilarse, a no ser que busquemos su muerte. La historia es el sistema radicular básico que nos asienta en el pasado y nos proyecta hacia el futuro. De ahí la importancia de su preservación como el bien más preciado de nuestro patrimonio, aunque no podamos verla como una obra de arte o hablarla como un idioma. La historia no puede trocearse, ni adaptarse a nuestro interés. La historia está ahí para respetarla, aunque hubiera aspectos de ella que a cada uno nos gustara que hubieran sido de otra manera.

La historia del reino de Aragón y la historia de los condados catalanes tuvo su origen en la Edad Media. Y en un momento concreto de esas historias, hasta entonces separadas, ambas entidades, debido a las peculiaridades patrimoniales del momento, se unieron, manteniendo cada una de ellas su propio territorio, leyes o costumbres.
Con el avance de la Reconquista, la recién nacida Corona de Aragón, encajó los nuevos territorios en uno u otro reino e incluso, en un momento dado, optó por la creación de un tercero. Así pues entre 1165 y 1170 las tierras de Fuentespalda, Valderrobres y otros pueblos, fueron ocupadas por los cristianos y asignadas al reino de Aragón. Poco después, en 1175 fueron entregadas como feudo al obispado de Zaragoza, fueron subenfeudadas a las familias Fréscano y Oteiza, que eran súbditas del rey de Aragón, hace siete siglos volvieron al feudo obispal cesaraugustano y acogieron Cortes del reino de Aragón. Con la Nueva Planta del siglo XVIII se asignaron al Corregimiento de Alcañiz, perteneciente a Aragón, y con la distribución provincial de 1833 se encajaron en la provincia de Teruel y hoy siguen formando parte, como siempre así ha sido, de lo que ahora llamamos Comunidad Autónoma Aragonesa, que antes se definió como región y que previamente fue reino.

Muchas gracias.
(Manuel Siurana, 7-XII-2007)